PALABRAS DE AMOR


Palabras De Amor

Yo se que te escondí, muchas palabras de amor,
los versos que yo escribí, transido por el dolor
y nunca te los leí, por ese temor de siempre…
dejando que la corriente, me alejara de tu lado.

Por sentirme rechazado nunca enviaba una flor,
yo te escribí con amor, las palabras mas hermosas
y entre el cuaderno las rosas se quedaban sin color.
Hoy con los años cansados miro a mí alrededor
y descubro aquí a mi lado, esas palabras de amor.
Yo te escondí lo mejor, con esa pasión temprana,
mirándote en la mañana parada en el corredor.

Solo me queda el olor, entre las hojas de mi libreta,
de aquellas flores muy secas, que miro con estupor.
Nadie sabe cuantas cosas, siguen tan escondidas,
no solo guarde las rosas, también te guarde mi vida.

Yo pensé que lo sabias, de aquel amor tan callado,
si en tus ojos lo veía cuando pasaba a tu lado.
Yo te escondí lo mejor…y no ese beso en la frente,
me quede con el temblor de una caricia pendiente.

Yo te llevaba en mi mente, con una ternura loca,
escribiendo de repente las poesías mas hermosas.
Yo te escondí esas cosas, esas que son de por vida,
palabras tan fervorosas, que casi nunca se olvida.

Ya se murieron las rosas, aquí las guardo resecas,
recogidas entre mi prosa y entre las hojas impresas.
Ahora ya ni te acuerdas de aquella triste mirada,
ni siquiera la recuerdas…nunca dijiste nada.

Yo te escondí mi pasión ¡Te la guarde como pude!
Yo te entregue el corazón, en esos altares de nubes.
¡Bendito Dios que me ayude! Y que sus brazos me abra,
para llevarme en palabras, este poema escondido.

Osmani Llombart

NO SE NI COMO LLAMARTE AHORA


No Se Ni Como Llamarte Ahora

No se si llamarte padre, o como llamarte ahora,
si en el seno de mi madre, me dejaste sin demora.
Madre y padre…ella toda, me fue cuidando a su modo,
fue la única protectora, que no me dejo tan solo.

Y aprendí que hay un tesoro, en esa madre querida,
que casi lo entrega todo, entregándote la vida.
Como un barco a la deriva, anduvimos por el mundo,
sin apartarnos un segundo, como una cuerda torcida.

Y fácil no es que te cuente, si mis lágrimas no están,
fuimos de gente a gente, pidiendo un trozo de pan.
Mi vida fue diferente, turbulenta como un río,
bebiendo en la misma fuente y abrigándonos del frío.

Enfrentando el desafío, envueltos en el mismo traje,
protegiendo el pecho mío, recuerdo siempre a mi madre.
No se si llamarte padre, o como decirte ahora,
tan solo tuve una madre que me arrullaba en la aurora.

Una madre buena y sola con sus manitas cansadas,
planchaba ropa a deshoras, en sus tristes madrugadas.
Tú que dejaste a mi madre y solita se quedó,
diciendo que eres mi padre y nos dejaste a los dos.

¿Cómo llamarte papa? Sin que me asalte un temor.
¡Miserable si ahora vas, diciendo que diste amor!
Y no te guardo rencor, mi madre nunca enseñó,
aunque me hiera el dolor, que te perdone mi Dios.


No se si llamarte padre ¿O cómo te llamo ahora?
Estoy llorando a mi madre, en su tumba triste y sola.
He cumplido con honor, con la mas linda atadura,
dejando un ramo de flor, a ella en su sepultura.

Y a usted le digo señor ¿Cómo llamarle ahora?
Si nunca le dio su amor, ni al hijo ni a la señora.
"DEDICADO A LA MEMORIA DE MI MADRE"
Osmani Llombart

La Vieja Cabaña


LA VIEJA CABAÑA


Preferiste el dinero y el oro,
que en el monte mi vieja cabaña,
y corriste olvidándolo todo,
con la astucia que teje una araña.

El destino nos puso de frente,
y la suerte también cara a cara,
es posible que ya no recuerde,
si tus labios marcaron mi almohada.

Y tal vez no te acuerdes de nada,
de aquel beso profundo y callado,
no te olvides que así entrelazada,
algún día dormiste a mi lado.

Este mundo es pequeño y curvado,
y voltea su rostro y nos mira,
al tomar con su brazo alargado,
y volver con la oveja perdida.

Hoy regresas cansada y herida,
y tu orgullo se esconde y se muere,
en feroces batallas de vida,
hoy debiste volver porque duele.

En el fondo no se si me quieres,
y tus ojos suplican llorando,
regresar a las cuatros paredes,
de la vieja casita de antaño.

La codicia, el dinero, el peldaño,
te cegaron al ver que era pobre,
y por fin entendiste aquel daño,
que le hiciste al cortar aquel roble.

Tu arrogancia, la plata y el cobre,
fueron más que la altiva montaña,
pero nunca más grande y más noble,
que el amor…de la vieja cabaña.

Osmani Llombart
Nimaos

Acuerdate De Mi


Acuerdate De Mi

Acuérdate cuando me vaya,
de no caminar a solas,
por los rumbos de la playa,
por los golpes de las olas.

Acuérdate mi amor, de no llorar,
de las manos de mi niño,
que te vea… caminar,
con valentía y cariño.

Y como yo te enseñaba,
al sonreír sin medidas,
aunque no te regalen nada,
dar gracias consecutivas.

Con tus ojos buenos, no llores,
recordando aquellos prados,
ni al cementerio con flores,
llegues con pasos callados.

Acuérdate si…mi amor…
de mis besos con ternura,
si de momento el dolor,
te trae recuerdo y locura.

Y si la vida te pone,
otros brazos y otro hombre,
al besarlo se supone,
que te acuerdes de mi nombre.

Pero mira, nunca digas nada,
guarda por dentro las penas,
porque un amor nunca acaba,
aunque te abracen cadenas.

Acuérdate... pero calla,
tus lagrimas… y mi risa,
cuando seamos dos rayas,
para el tiempo que cicatriza.

Acuérdate, si, de las rosas,
de las rosas y del tiempo,
y que fuerón muchas cosas,
que no se las lleva el viento.

Acuérdate cuando me vaya,
ponte una flor en la frente,
y que el aire feliz de la playa,
sean mis labios sobre tu mente.

Osmani Llombart
Nimaos

"Por Algo Hoy Te Quiero Recordar"


"Por Algo Hoy Te Quiero Recordar"

Por algo el ojal…no supo más de aquel botón,
de la blusa transparente aquella noche,
si disfrazada de piel, de la cabeza al talón,
mis besos te cubrieron como broches.

Por algo el carmín…tus medias negras,
se fueron confundidos del lugar,
por mil caricias abundantes como hiedras,
que corrieron por mis dedos sin parar.

Por algo aquellas perlas del collar,
y los zarcillos brillantes y cohibidos,
saltaron furibundas, sorprendidas del lugar,
y de tus orejas… aquellos desprendidos.

Por algo tus tacones fueron idos,
y en tú talle fue marcado mi pulgar,
y del cuerpo fue arrancado aquel vestido,
y mi boca fue lamiendo aquel manjar.

Por algo fui enterrado en un suspiro,
y en anhelos yo perdido sin hablar,
aullando al fin… aquel gemido,
Tormentas de tus labios por besar.

Por algo aquella noche en temporal,
la lluvia quiso ver por las ventanas,
dos cuerpos en un tornado sin igual,
arrastrando a las pasiones con sus ganas.

Por algo vino el sol a coquetear,
temprano en la mañana de aquel día,
que hizo en tus cabellos destellar,
aquella luz de diosa que dormía.

Por algo yo recuerdo aquel lugar,
y aquella linda noche, nunca oscura,
que hoy te vengo a recordar…
con rosas rojas…aquí en tu sepultura.

Por algo hoy te quiero confesar,
que fuiste siempre novia de mis flores,
y mis lagrimas que corren si parar,
te llevan mis recuerdos, mis amores.

Por algo no te voy a despertar,
que quiero que me sueñes si medida,
por algo hoy te vengo a recordar,
que sigo acariciándote dormida.
Osmani Llombart
Nimaos

¡Ve Y Dile Que Soy Tu Hombre!

¡Ve Y Dile Que Soy Tu Hombre!

Ve y dile, cuéntale por ejemplo como yo te quería,
dile con argumentos, como era que yo te hacia,
como era que te morías, arrullada por un beso,
dile que ya se entere, que nadie podrá ni puede, hacer lo que yo te hacia.

Dile de aquellos días…de las locas madrugadas…
y cuéntale que eres mía, aunque te nombre su amada.
Ve y dile sin ese remordimiento, que yo sencillamente sonrío,
dile que no es cuento, lo profundo que es el río.

Ve a sus brazos que ya te esperan y no te vayas llorando,
por lo menos se sincera, porque me sigues amando.
Y se que te esta esperando hay conveniencias que hieren,
pero no le digas cuando, no le digas que lo quieres,
porque si pierde y se muere, el amor que te confío,
no le dirás que tienes , en el alma un gran vacío.

Ve y dile de esos besos callados, de tierra, de fundamentos
y dile que muy adentro, seguimos enamorados…
Que seguimos enterrados, tú en mi pecho, yo en el tuyo,
que somos nudo y arrullo, el canto y la paloma
y que llevas de mi capullo, la fragancia y mi aroma.

Coméntale y que se entere, el te vera llorando…
pero no le digas cuando, lo querrás como me quieres.
Seguro estoy que no puedes y el no lo entenderá,
como es posible que vas, fingiendo que no te duele,
que sientes y que te mueres ¡El dolor te esta matando!
al verme partir endeble, al verme partir llorando.

¡Corre! dile que mucho lo estas pensando y que el, lo piense de nuevo,
si lo besas, a mi me estarás besando, aunque se crea primero.
Dile que no me quieres y despacio mira el suelo, que tu me dejas por el,
que de veras no es un duelo, que yo tengo otra mujer.

Pero no le digas que puedes, quererle y que no se asombre,
sin que tu mente se enrede y al fin le digas mi nombre.
¡Cuidado! no te atolondres, al decir con las mentiras,
que yo sigo siendo el hombre, que se quedó con tu vida.

Osmani Llombart
Nimaos

¿DONDE VIVE AQUELLA FLOR?


¿DONDE VIVE AQUELLA FLOR?

¿A donde se ha ido el temor a Dios?
¿En dónde se oculta la tierna Voz?
¿Dónde vive la ignorancia del creído?
Los que se enlutan del ruido
y aplauden locos de intransigencia.

En dónde quedó… la inocencia,
del niño imberbe que todo sabe,
que se empina precoz como el ave,
y se colma fausto de la insolencia.
¡Cuanta tristeza llega, me invade!
Al ver lo envuelto en irreverencia.

Así maldice y sin respeto las cosas,
las oraciones, esas que son hermosas,
a la orilla, sentado junto a la mesa.
¿Dónde se oculta la espesa?
¿Bella vegetación, de aquellas rosas?
Si caminan como topos con torpezas.

Y con el paso presuroso que destroza,
la esperanza linda de aquel que vive,
del que no busca… ni exhibe,
respeto, reglas, el amor a la dignidad,
¿Dónde va lastimera la humanidad?
Desmembrada, caminando sin cabeza.

Y que tristemente ya no besa,
las manos temblorosas de los ancianos,
¿Dónde están, dónde están esos humanos?
Que ya no quieren y no respetan el credo,
de tender dulce la luz al ciego,
con cortesía, con esa fuerza de amor,
¿Dónde, dónde vive aquella flor?
Que embellece al ser humano.

¡A dónde, a dónde se ha ido el temor a Dios!

Osmani Llombart
Nimaos